Los “resignados” del 20-N

El 15-M nació el movimiento social de los indignados, un colectivo que si bien sus ideas en un principio podrían ser recibidas con la simpatía de cualquier ciudadano, al poco tiempo pudimos ver que estaba controlado por grupos de la izquierda mas extrema y radical, que ante la lógica indignación ciudadana hacia la casta política podrida y parasitaria que nos ha llevado a la ruina como nación, lo han manipulado contaminando al grupo desde el sectarismo propio de la izquierda mas intolerante con propuestas fuera de toda lógica y que no hace falta ni enumerar. Ahora, creo ha surgido otro movimiento social bien distinto. El de los resignados del 20-N. Este es un amplio colectivo social formado por trabajadores y clases medias que han visto como en tres años el bienestar de su vida se ha venido abajo perdiendo todos sus derechos sociales que con años de lucha y trabajo se habían conseguido, pero que sin embargo, a pesar de haber perdido su casa, su trabajo, su estabilidad laboral y en vías de perder la protección sanitaria y la educación publica, no parecen estar dispuestos a tomar las calles, movilizarse, manifestarse para reivindicar sus justos y legítimos derechos frente a la casta política podrida y parasitaria que nos gobiernan con alternancia pactada entre el PP y el PSOE, y que nos han llevado a esta situación junto a banqueros y especuladores de mercados. Ellos son los únicos responsables de la crisis y deben pagar por ello. Los políticos del Sistema han saqueado las instituciones, han derrochado los presupuestos y han dilapidado el patrimonio del Estado arruinando el futuro de las próximas generaciones. El gobierno salido de las urnas el 20-N solo representa a lo mismo que había, solo que diferenciado de pequeños matices. El Congreso de los Diputados no representa a todos, ni es proporcional. Ante esta situación solo nos queda que despertar la conciencia de esos españoles resignados para demoler el Estado de las Autonomías, salir del euro, de la Unión Europea y de la OTAN, garantizar la justicia social y los derechos sociales de los trabajadores y clases medias, recuperar los valores y principios de una sociedad libre, defender la vida de los aun no nacidos, castigar con dureza la corrupción, retornar a sus países de origen a los excedentes de inmigración y asegurar la unidad, soberanía e independencia de España frente a las amenazas que sufrimos desde dentro y desde fuera de nuestra fronteras. Lo que nos sabemos es como ganaremos esta batalla, si en las urnas o en las calles, pero de una forma u otra tenemos que vencer al pesimismo, derrotar al Sistema. Adelante.