El 4 de Noviembre de 2008 ha pasado a la corta historia como nación, de los Estados Unidos de América, como el día en que un aspirante de color negro alcanza la Casa Blanca por primera vez. No creo que estas elecciones hayan sido una competición entre blancos y negros, ni tan siquiera casi entre demócratas y republicanos. Barack Obama obtuvo una amplia victoria sobre el republicano John McCain, sin embargo, el viejo senador por Arizona tenia pocas posibilidades de derrotar al joven senador por Ilinois. La terrible etapa de George Busch al frente de la mayor potencia mundial, tras la segunda guerra mundial, era una carga tan pesada sobre las espaldas del candidato republicano que francamente pocos podían apostar por el. Hay que reconocer que como buen soldado McCain ha sigo grande en la derrota, un gesto muy loable. Ahora, Obama tiene una difícil tarea. Obama tiene que cumplir con el cambio que ha prometido a los ciudadanos americanos, cansados y agotados tras ocho años de un gobierno arrogante y chulesco, que además les ha llevado a la ruina económica. Curiosamente los tres políticos de la famosa y triste foto de las Azores (Aznar, Blair y Busch) han acabado igual, en la soledad publica mas absoluta. Espero, aunque tengo serias dudas, que Barack Obama no haya adquirido compromisos con grupos como el Club Bilderberg o la Comunidad Sionista, pues si ha recibido su apoyo pronto exigiran su contraprestación. El viaje de hace pocos meses a Israel del entonces aspirante a presidente, Barack Obama, no es un buen punto de partida.
.jpg)
.bmp)
