
El triunfo de la selección española de fútbol en la Eurocopa 2008 ha despertado en el pueblo un nuevo sentimiento patriota que no reconocíamos hasta ahora. Tengo cierta esperanza todavía al ver como jóvenes y mayores, niños y niñas, hombres y mujeres, chicos y chicas, padres e hijos, gente de izquierda o derechas, todos juntos han cogido su bandera nacional -la rojigualda- y la han sacado a la calle con orgullo de ser españoles. Tal vez, el nuevo patriotismo encuentre el camino para unir voluntades en defensa de la tradición y la historia que representa el símbolo de nuestra bandera de España y podamos evitar la secesión de Galicia, Cataluña y Vascongadas.
Como dijo David Villa ¡Arriba España!