En los últimos tiempos se ha impuesto la moda del juramento de cargos electos con la formula "por imperativo legal". Suelen ser concejales o diputados extremistas de Izquierda Unida, del nacionalismo burgués como CIU, PNV o Compromis y hasta por los de Bildu. Sin embargo, me asaltan dudas de que haré en el futuro cuando me encuentre ante esa misma situación si los electores depositan algún día su confianza en número suficiente para ser concejal.
La verdad es que desconozco que han hecho los cargos electos de formaciones como Plataforma per Catalunya, MSR o E-2000, aunque respeto en su caso cada opción tomada. Por un lado, tengo la tentación "revolucionaria" de mis orígenes y procedencia ideológica de situarme fuera del Sistema utilizando la formula mas radical de "por imperativo legal", mientras que por el otro, creo que desde la reforma del Sistema desde dentro mismo de las instituciones se pueden hacer mas cosas que desde una actitud romántica y poco efectiva al fin y al cabo. Don Blas Piñar cuando fue elegido diputado en 1979 por la coalición Unión Nacional no tuvo ese dilema porque en aquel entonces no era preceptiva la formula del juramento o promesa. Y ahora me pregunto ¿Qué hubiera hecho el líder de Fuerza Nueva en el 2011?.
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