LA CRISIS INMOBILIARIA

Al final, tenia que pasar. Aquel ritmo de vida frenético de compras, prestamos, hipotecas, consumo y pelotazo fácil en el que había caído nuestra sociedad española, ha llegado a su final. Todos nos habíamos convertido en magníficos gestores económicos, habíamos comprado un piso por 3 millones de pesetas y ahora pedíamos 25 y lo bueno es que nos lo quitaban de las manos, daba igual sus características. Esta fiebre inmobiliaria había conseguido una mudanza masiva de todos nosotros que íbamos de aquí para allá con nuestras maletas en busca de casa nueva. Ahora, cuando los bancos nos habían empujado a endeudarnos con prestamos muy "ventajosos" a intereses bajos y clausulas de revisión anual con el famoso euribor de referencia, nos han dicho "el euribor ha subido", su hipoteca también, y al mismo tiempo la gasolina que no parecia tan cara con su precio en euros, vale mas de 200 de las antiguas pesetas. Y la luz, el teléfono, el agua y los alimentos básicos de primera necesidad se han disparado de precio, muchas familias ya no llegan a fin de mes, algunas ni tan siquiera a mediados, pues tal como ingresan las nominas en sus cuentas los cargos empiezan a llegar y el saldo baja a toda velocidad. El resultado de todo esto es la caída en picado del consumo en todos los sectores, el parón en la construcción -casi salimos en España a un piso por persona- y nadie compra un coche. Pero... ¿Quien va a ganar con todo esto? ¿Quien lo ha provocado?, pues es muy sencillo, el gran capital internacional, la banca y las elites financieras. El capitalismo nos ha hecho creer que todos podíamos ser "pequeños capitalistas", pero ha sido tan solo un cebo que hemos picado ingenuamente. Ellos, solo valoran el patrón de su oro. Yo valoro más el patrón del trabajo.